Mi fin de semana en Islantilla

Hola a todos:
Gracias a Dios ha llegado el fin de semana y tengo un ratillo para escribiros (esque la vida de las trabajadoras como yo es muy dura). Pues lo que os quería contar es lo bien que me lo pasé el pasado fin de semana allá por las playas de Huelva.
Tras un viaje larguito en autobús, que por cierto todos los perros grandes como yo deberíamos hacer algún tipo de protesta por hacerlos tan estrechitos que nos cuesta trabajo echarnos como nos gusta, todo repantingados!. Bueno, a lo que iba, que tras el viajecito, llegamos al hotel ese que yo casi me conozco como la palma de mi mano, o pata delantera, como queráis. La primera noche fue aburridilla porque me quedé comiendo en la habitación mientras esta gente, incluida Mariángeles, se fueron a ponerse las botas al bufet del hotel.
El sábado por la mañana sí que me divertí de lo lindo, y esque me fui a la playa! A correr por la arena, a meterme en el agua, a rebolcarme. incluso, una perra tan señorita como yo, me metí en todos los charcos sucios que me encontraba por mi camino, y lo que digo yo, que de vez en cuando, a todos nos gusta soltarnos la melena, que en mi caso es demasiada!. Pues eso, que me quité todo el estrés del trabajo (soy yo la única que trabaja?), me olvidé de todas las penas (porque vaya cómo se pusieron en los desayunos esta gente mientras yo miraba y olía debajo de la mesa) y hacía cosas de perra traviesa (porque soy muy joven todavía).
Tras salir de la playa, me dieron un baño para que estuviera guapa, más todavía, y nos fuimos a la piscina del hotel con su "peazo" (ya hablo como Inma) de césped. Allí me tumbé al sol (pero por más que me pongo no cojo el moreno), y a vivir la vida!.
El resto del fin de semana no lo pasé mal porque estuve con un montón de amigos muy simpáticos, Dani, Araceli, David, Inma..., y con mi preferida, mi tita Mariángeles, que no es porque no quiera a mi Inma y mi David, pero el lunes por la mañana, cuando mi tita se iba para Málaga, me quería ir con ella y David tuvo que meterme para casa porque no le hacía caso!.
Y os dejo ya, que entra mucho fresquito por la ventana y mi camita se enfría si no estoy en ella!.
Hasta el próximo viaje!
Wau Wau!
Wami

Algunas reflexiones

Hola amigos:
Hoy quiero compartir algo que ha llegado a mí y que me ha encantado,

tal vez, os haga pensar en estos momentos en que oigo en todos lados

que las cosas no van del todo bien.
Mis mejores deseos para todos!

Siendo veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de

10 años de edad llamado Belker.
Los dueños del perro:
Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker,

y estaban esperando un milagro.
Examiné a Belker y descubrí que estaba muriendo de cáncer.
Dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí

para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena

idea que el niño de 6 años, Shane, observara el suceso.
Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando

Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba

al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que

estaba pasando.
En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya

no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna

dificultad o confusión.
Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del

lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de

los humanos.
Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo:
- ''Yo sé porqué.''
Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me

maravilló, nunca he escuchado una explicación más reconfortante que

ésta.
En ese momento, cambió mi forma de ver la vida.
Dijo:
- ''La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida

¿como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, verdad?''
El niño de 6 años continuó:
- ''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen

que quedarse por tanto tiempo como nosotros.''
- Vive sencillamente.
- Ama generosamente.
- Quiere profundamente.
- Habla amablemente.
Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea

de puro éxtasis.
- Toma siestas.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, brinca y juega a diario.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
- Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
- En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
- Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Se leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quieres esta enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca

y suavemente hazles sentir que estas ahí.
¡DISFRUTA CADA MOMENTO DE CADA DÍA!
Wami

Un día especial

Hola a todos:
Sabéis? hoy cumplo 4 añazos!. Sí, quien me lo iba a decir que ya soy un año más vieja.
Esta mañana me lo recordó Inma cuando bajábamos en el ascensor, a eso de las 7 y cuarto de la mañana. De pronto va y me pregunta: "Wami! sabes que hoy cumples 4 años?. Vas a echar ya "centío"?". A lo que yo le respondí en plan guasona: "cuando lo eches tú, lo echaré yo!".
En fin, que me han celebrado el cumpleaños en la residencia. Inma y David me prepararon un bizcocho porque una usuaria de la residencia, Encarni Martínez, me había comprado una vela con el número 4 que yo tenía que soplar. Total, que después de comer, a eso de las 2 y media, se han comido el bizcocho con un cafelito. Yo, con ayuda y tras cantarme el cumpleaños feliz, he soplado la velita.
Quiero dar las gracias a todos los que me quieren en la residencia a la que voy todos los días a trabajar, aunque Inma se ríe cuando digo eso porque me paso todo el día durmiendo en mi colchoncito, pero en especial quisiera agradecer a Encarni Martínez y Conchi Molina por quererme tanto y comprarme chuches para darme alguna de vez en cuando, pocas veces digo yo, muchas dice Inma.
Así que hoy ha sido un día especial para mí porque hay gente que me quiere y ala que yo quiero.
Movimientos de rabo peludo para todos!
Wami

La noticia

Esta mañana, Inma y David se levantaron algo nerviosos. Los oí hablar en el cuarto, decían algo de que si iban a saberlo ya, que había llegado el día..., y yo quería participar en aquello que fuera que los tenía tan alterados!
Así que me acerqué a ellos, les di el ladrido de buenos días, les moví el rabo para hacerme notar, pero ellos ni caso! a lo suyo! que si era un niño le llamaríamos de una forma o de otra, igual si era niña..., en fin, que tuve que poner la patita en la cama para que Inma me dijera: Wami! no seas mala!
El caso es que tras un café rápido, sacarme a hacer mis cositas, cerciorarse de que todo iba en el bolso y poco más, salieron para el Hospital Materno Infantil del Reina Sofía.
Al llegar, y tras entregar la documentación, pasaron a la eco en sí. Todo bien, las medidas de la cabecita, el corazón, las piernecitas, las manitas...
El personal médico un encanto, los atendieron magníficamente según me dijo Inma.
Al volver me dieron la noticia!
El bebé se llamará Nayara!
Besitos a todos!