domingo, 30 de mayo de 2010

Mi fin de semana en Islantilla

Hola a todos:
Gracias a Dios ha llegado el fin de semana y tengo un ratillo para escribiros (esque la vida de las trabajadoras como yo es muy dura). Pues lo que os quería contar es lo bien que me lo pasé el pasado fin de semana allá por las playas de Huelva.
Tras un viaje larguito en autobús, que por cierto todos los perros grandes como yo deberíamos hacer algún tipo de protesta por hacerlos tan estrechitos que nos cuesta trabajo echarnos como nos gusta, todo repantingados!. Bueno, a lo que iba, que tras el viajecito, llegamos al hotel ese que yo casi me conozco como la palma de mi mano, o pata delantera, como queráis. La primera noche fue aburridilla porque me quedé comiendo en la habitación mientras esta gente, incluida Mariángeles, se fueron a ponerse las botas al bufet del hotel.
El sábado por la mañana sí que me divertí de lo lindo, y esque me fui a la playa! A correr por la arena, a meterme en el agua, a rebolcarme. incluso, una perra tan señorita como yo, me metí en todos los charcos sucios que me encontraba por mi camino, y lo que digo yo, que de vez en cuando, a todos nos gusta soltarnos la melena, que en mi caso es demasiada!. Pues eso, que me quité todo el estrés del trabajo (soy yo la única que trabaja?), me olvidé de todas las penas (porque vaya cómo se pusieron en los desayunos esta gente mientras yo miraba y olía debajo de la mesa) y hacía cosas de perra traviesa (porque soy muy joven todavía).
Tras salir de la playa, me dieron un baño para que estuviera guapa, más todavía, y nos fuimos a la piscina del hotel con su "peazo" (ya hablo como Inma) de césped. Allí me tumbé al sol (pero por más que me pongo no cojo el moreno), y a vivir la vida!.
El resto del fin de semana no lo pasé mal porque estuve con un montón de amigos muy simpáticos, Dani, Araceli, David, Inma..., y con mi preferida, mi tita Mariángeles, que no es porque no quiera a mi Inma y mi David, pero el lunes por la mañana, cuando mi tita se iba para Málaga, me quería ir con ella y David tuvo que meterme para casa porque no le hacía caso!.
Y os dejo ya, que entra mucho fresquito por la ventana y mi camita se enfría si no estoy en ella!.
Hasta el próximo viaje!
Wau Wau!
Wami

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