Día distinto el de ayer...

Hola a todos.

Ayer os quería escribir para contaros mi día, pero..., estaba tan cansada cuando me eché en mi colchón que cerré mis ojitos y me quedé dormida hasta que esta mañana, Inma, como cada día, me despertó diciendo:

-Wamiiii! Despierta que nos vamos al trabajo!

Y es que ayer fue un día diferente, ayer Inma no me despertó con esa frase, ayer fue otra frase la que me dijo, algo así como:

-Mira Wami, hoy te tienes que portar bien, no te puedo llevar conmigo, porque yo voy a ir a un sitio donde hay muchos ruidos, mucha gente, te pueden pisar, te pueden hacer daño...., y yo no quiero que nada de eso pase. Hoy será David quien te saque a hacer tus cositas, y tú vas a ser buena y cuando él te diga "haz haz", tú le harás caso vale?

YO no quedé muy convencida, sobre todo cuando mis niños se fueron del piso y yo quedé sola. Para colmo, al rato empezó a sonar ese cacharro que hay encima del mueble del salón y que creo que llaman teléfono, y que aveces cuando suena se pasan las horas enganchados a él, pero hay veces que ha sonado y lo que les han dicho no les ha debido de gustar, porque al dejarlo otra vez en su sitio, no han querido jugar conmigo y se han puesto tristes.

Así que como ese cacharro no dejó de sonar en toda la santa mañana y yo estaba allí solita pues me asusté mucho por mis niños, no sabía donde estaban ni si les habría pasado algo.

Pero a la hora de comer, y sé que era a la hora de comer porque en los pisos vecinos empezó a oler a comida, David vino y yo me puse muy contenta, le hice todas las fiestas que fui capaz para demostrarle lo feliz que me hizo verle, y él me sacó donde me suelen llevar a hacer mis cosas, pero como tenía tal nudo en el estómago del susto que había pasado, pues no me salió nada del cuerpo, comprensible verdad?

Seguía teniendo la duda de porqué había sonado tanto el teléfono, pero al ver a David después de comer tumbarse un ratito tranquilo en el sofá, supuse que todo estaba bien, así que me fui a su lado y los dos nos echamos una merecida siesta.

Pero el dichoso cacharro volvió a sonar un par de veces despertándonos a los dos, pero a mí ya no me importaba, ya estaba tranquila.

Por la tarde David me volvió a bajar, y esta vez no hice porque, la verdad sea dicha, soy un poco cabezona, y tenía ganas de ver a Inma y que fuera ella la que me sacara, manías que una tiene verdad? vosotros no tenéis ninguna? yo sé de gente que prefiere sacarina en vez de azúcar, otros que buscan la ropa de un determinado color...., oye, pues a mí me gusta que me saque Inma, total, si ya faltaban unas horillas para que viniera, como no tenía muchas ganas, pues esperé, además así les hago yo ver a estos quién manda en la casa, que todavía parece que no se enteran.

A la siete llegó Inma, y efectivamente, ella me sacó e hice mis cositas, David le contó que quien le llamó fue un policía para confirmarle que no debería ir de vocal a la mesa electoral para la que había sido elegido, pues la excusa que presentó, eso de no poder ver, buena excusa verdad? había sido aceptada. Le llamó la atención a David que usara aquel hombre la palabra excusa, pero más le llamó la atención que tras haberle dejado aquel señor un mensaje en el contestador con el mismo recado, le volviera a llamar diciéndole que como era ciego no sabía si podría escuchar el mensaje, qué tendrá que ver la velocidad con el pienso, me pregunto yo, hasta una perra entiende algo tan evidente, parece ser que en este país cuando se trata de discapacitados, a la gente la encasillan en el cajón desastre de los ignorantes.

En fin, que el día no acabó mal, los tres en nuestra casita, rebosando de amor, de paz y de felicidad, bueno, a las 11 después de haber salido me empeñé en salir otra vez, sigo en mis trece de demostrar que mando yo, jejejeje.

Besitos a todos.